sábado, 24 de septiembre de 2011

La sombra de Septiembre

Me estoy acercando a la Zona peligrosa
Como náusea por la calle que brilla más brilla menos
Que brilla más brilla menos
Con el vértigo del que lleva un foco
Y en él todo el apagón de una casa

Me estoy acercando sin cerrar la puerta del sonámbulo
O perseguido
Ahí donde se planta el silencio como perro
Con el hocico lleno de cosas ajenas
Ahí donde saltan los ladrones,
Donde silba la última mirada

Me estoy acercando otra vez
Apuntando a los cables, con el tímpano en el drenaje,
El Pasado pintado en un letrero,
Hasta herirme los dedos con el óxido de la noche
Veo brillar unos insectos bajo el astro de la última cordura

Y se asoma esa voz,
Intermitente,
Que bajo escombros de irradiación ambula,
Y aún antes de su quiebre,
Reinando sobre el color de todo
Con su risa furtiva
De descarga

Me acerco al viejo espacio del cortocircuito,
Allí donde persiste en no dejar dormir,
Allí donde afila sus cuchillos
y vence resistencias,
Allí donde hace temblar al agua
y quema,
Allí donde adopta las mil voces y quema
Con sus amorosas palabras de bocina
Donde estrangula lámparas y araña,
Las guitarras, los teclados,
Como una débil noche,
Donde nadie se acerca,
Allí donde parece iluminar un rostro,        
Allí donde se alza esa molestia, esa chispa
Donde vigila un largo reptil que fulmina,
Donde, si acaso, el párpado enceguece
Donde el tímpano captura, fotografía, fotografía
Y zonas que se oyen como de incendios
Días, pero sobre todo madrugadas
Se oyen
Espacios, ni siquiera horas, el segundo
De los apagones, las zonas peligrosas

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